Historia de Huaral





Huaral es fundado por los españoles en el cuarto trimestre de 1551, siendo Virrey del Perú don Antonio de Mendoza Marqués de Mondejar, como Asiento de Naturales bajo la advocación de San Juan Bautista de Huaral en reemplazo de la población prehispánica llamada Guaral Viejo” conformando por los ayllus dispersos llamados: Guaril, Huando, Jecuan, Huaca, Puquio, Huayan, Cuyo y otros. Por el número de ayllus su población fue muy numerosa; incentivada por la fertilidad de sus tierras, abundancia de agua, leña, pasto y la bondad de su clima.

Esta fundación se hizo en cumplimiento de la Real Ordenanza española de 21 de marzo de 1551, que disponía que los aborígenes fuesen reducidos a pueblos y ciudades. Por ello, los ayllus dispersos de la margen derecha del río Chancay, fueron reunidos en Huaral Nuevo, de conformidad a la Ley del Consejo de Indias que dice los indios fueran reducidos en pueblos y no viviesen divididos y separados por las sierras y montes, privándose de todo beneficio espiritual y corporal. Esta información es ratificada por el Dr. Alberto Tauro del Pino, que dice: “Huaral estuvo densamente poblada desde la época prehispánica y fue fundada por los españoles, bajo el patronazgo de San Juan, el año 1551?.
Con respecto al nombre, el historiador Jesús Elías Ipinze, dice: “Existe una escritura de fecha 19 de agosto de 1567, que trata del cacique y fundador don Martín Guaral Paico, de los indios principales Juan Cancha y Domingo Jullca Paico, de cuatro fanegadas de tierras u huertas que don Santiago Pérez, mayordomo del capitán encomendero, don Jerónimo de Aliaga, compró para este, advirtiéndose que el cacique principal llevaba por apellido el nombre con que fue fundado el pueblo o asiento de indios.



En 1570, a 19 años de su fundación, llegaron a esta localidad el Licenciado Juan Martínez de Rengifo y el Fraile Bartolomé Martínez, visitadores civil y religioso, nombrados por el Virrey don Francisco de Toledo y cumpliendo sus instrucciones “para que sean adoctrinados y mantenidos en justicia y tengan sus repúblicas (ciudades) fundadas y se gobiernen entre si, dándoles ordenanzas y maneras de vivir”. En este año se estableció el Cabildo de Indios de Huaral, con su Alcalde de Naturales.

Ya en la Era Republicana, el Congreso Nacional, con fecha 25 de Octubre de 1,890 aprobó la ley de creación del distrito de Huaral, después de haber permanecido 128 años en el ámbito territorial de Villa Chancay y el 31 de octubre del mismo año, el Presidente de la República de entonces, Coronel Remigio Morales Bermúdez, la promulgó. El general Belisario Suárez, Ministro de Guerra y Marina, la refrendó.


Huaral ubicado en un punto estratégico y habiendo logrado el desarrollo socio económico con autonomía y derecho natural, aspiró desde siempre, convertirse en una pujante provincia; luego de 18 años de gestiones, desde el 9 de septiembre de 1957, se logró ese anhelo el 11 de Mayo de 1976 con la aprobación de la Ley de Creación Nº 21488 suscrita por el entonces Presidente de la República, el General EP Francisco Morales Bermúdez Cerrutti, por coincidencia, nieto del Presidente que creó el distrito de Huaral.

En esa fecha era alcalde del distrito de Huaral el Ing. José Pinasco Elguera, que pasa a ser el primer Alcalde provincial y a fines del mes de junio de ese mismo año asume ese cargo el Sr. Carlos Mora Parra, quien fue uno de los principales gestores para la creación de la Provincia de Huaral.
Cabe destacar al Dr. Teodoro Cassana Robles, abogado canteño, porque convenció a sus paisanos de la necesidad de la nueva provincia. La realidad era que la mayoría de las localidades serranas designadas para pasar a Huaral, estaban más ligadas a Huaral, la futura provincia, que a Canta o a Huacho. Se designó como su capital a la ciudad de Huaral.



ÉPOCA PREHISPÁNICA



El valle de Chancay debió ser una de las zonas recorridas por los cazadores-recolectores del Periodo Lítico Andino, que mudaban su residencia de acuerdo a las estaciones, bajando hasta la costa. Las lomas costeñas como las de Lachay serían ocupadas temporalmente durante la estación en las que ellas prosperan una vegetación y fauna propia, sustentadas por la humedad proveniente del océano.

De la época del Formativo Inferior (900-500 a. C.) son los grandes centros ceremoniales o Templos en "U", llamados así por su forma característica: cada uno de ellos está formado por tres pirámides, una principal (generalmente la más elevada) flanqueada por otras dos pirámides alargadas y menos elevadas, que le da la forma de la letra U; el conjunto encierra una plaza amplia. De esta singular construcción, característica de la cultura Chavín y arraigada en la costa central peruana, pueden verse aún restos a lo largo del valle de Chancay, en los yacimientos de San Jacinto, Grupo B, San Ignacio, Miraflores y Cuyo. El de San Jacinto es de dimensiones gigantescas, ocupando 30 hectáreas, con una anchura de 500 m y una longitud de 300 m.

Del Intermedio Temprano son los sitios arqueológicos de Baños de Boza y Miramar, con restos de arquitectura monumental y de la tradición cerámica “Blanco sobre Rojo” (200 a. C. - 200 d. C.). En los siglos siguientes (200 al 400 de nuestra era) se hizo presente en la zona la influencia de la Cultura Lima.


Del Horizonte Medio (600-1200 de la era cristiana) destacan diversos estilos de cerámica: uno de ellos es el llamado Teatino, identificado por Julio C. Tello en la quebrada de ese nombre, cercana a Lachay, caracterizada por su simplicidad, su monocromía negruzca y su decoración con motivos incisos simples. Otro es el estilo tricolor-geométrico (Blanco-Negro-Rojo), cercano al estilo Tiahuanaco-Huari y por lo general representado por cántaros ovoides con asas laterales, que ostentan alguna pequeña figura escultórica.
Y ya en el Intermedio Tardío (1200 a 1450 de la era cristiana) florece la clásica Cultura chancay que se desarrolla en los valles de Chancay y Huaura. Los hallazgos funerarios en las necrópolis de Ancón y Zepita evidencian una zona de influencias que llegó hasta el cauce norte del valle del Chillón, al sur. Importantes yacimientos ya cimientos de esta cultura son Cerro Trinidad, Pisquillo, Lauri, entre otros.
La cerámica chancay se caracteriza por su decoración en color negro o marrón sobre un fondo crema o blanco y debido a esta particularidad se le conoce como Negro sobre Blanco. Son peculiares también sus estatuillas conocidas como cuchimilcos y sus cántaros antropomorfos llamados chinas. Otro estilo de cerámica se desarrolló paralelamente, el llamado Lauri impreso.
La zona cultural chancay fue anexada al imperio incaico, aunque la típica cerámica “Negro sobre Blanco” continuó laborándose en este período (Horizonte Tardío). La toponimia de Chancay deriva del quechua chanka ayllu: clan familiar de origen chanca, porque allí la administración imperial inca estableció un grupo de mitimaes o colonos de origen chanca, provenientes de la región de Ayacucho.


ÉPOCA COLONIAL

A la llegada de los españoles en el siglo XVI, el actual territorio de la provincia de Huaral contaba con una densa población nativa, pero luego sobrevino la catástrofe demográfica. La villa de Huaral (hoy ciudad de Huaral) fue fundada el 21 de Marzo de 1551 por los españoles, cerca de la costa, bajo la advocación del apóstol San Juan. También en la costa fue fundada en 1562 la Villa de Arnedo (hoy ciudad de Chancay), por Luis Flores, según las instrucciones expedidas por el virrey Diego López de Zúñiga y V elasco, Conde de Nieva. Toda esa región formó parte del Corregimiento de Chancay. Otras pequeñas villas y reducciones de indios se fundaron en la cuenca alta del Chancay, en tiempos del virrey Francisco de Toledo, zona que pertenecía al Corregimiento de Canta (Atavillos).
El progreso de la villa de Huaral fue muy lento. Cuando el arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, la visitó en 1593, su población solo ascendía a 290 indios tributarios. En cambio, Chancay prosperó debido a la fecundidad de su valle y a la labor de hidalgos y jesuitas que administraron haciendas y fundos. A fines del siglo XVI, proveía a Lima de “buen vino”, trigo y maíz, “melones de los buenos del mundo”, manteca de cerdo y otros “mantenimientos”.


ÉPOCA REPUBLICANA

Smartin.JPGPor su riqueza en “mantenimientos” y la simpatía de su población a la causa independentista, los patriotas eligieron a Chancay como el lugar adecuado para establecer los acantonamientos del Ejército Libertador que arribó al Perú bajo el mando del general José de San Martín (1820).
Por el Estatuto y Reglamento Provisional, dictado por San Martín el 12 de febrero de 1821, se creó la Provincia de Chancay, que formaba parte del Departamento de la Costa (luego llamado Departamento de Lima). Tanto el puerto de Chancay como la ciudad de Huaral formaban parte de dicha provincia.
Dentro de la jurisdicción de la Provincia de Chancay fue creado el Distrito de Chancay, por ley del 2 de enero de 1857 del gobierno del mariscal Ramón Castilla, sede también de la capital provincial. Huaral quedó anexado a dicho distrito.
Durante la época republicana, el valle de Chancay continuó siendo un centro de producción agrícola, dividida en haciendas administradas por terratenientes. Para las labores del campo se importó mano de obra china y luego japonesa. Según el censo de 1876, Chancay contaba con 1,825 habitantes, mientras que Huaral, solo con 535. Huaral era apenas una estación de ferrocarril, construida desde la hacienda Palpa hasta el puerto de Chancay para el traslado de caña de azúcar al mercado internacional. El crecimiento de Chancay y Huaral era lento y sus haciendas vivían aisladas de la economía nacional pues toda su producción, caña y algodón, se orientaban a la exportación.
El crecimiento de Huaral motivó que los hacendados del valle, especialmente los hermanos Del Solar, vieran la necesidad de darle independencia administrativa a este sector, anexo alDistrito de Chancay, sede también de la capital de la provincia, del mismo nombre. Para ello, dichos hermanos gestionaron a través de su padre, Pedro Alejandrino del Solar, entonces vicepresidente de la República del gobierno de Remigio Morales Bermúdez, la creación del Distrito de Huaral (31 de octubre de 1890).
En los años 1920 se produjo un auge del cultivo de algodón, impulsado por nuevos propietarios que desplazaron a los terratenientes y cancelaron el antiguo nivel rentista para invertir directamente en la producción. Estos atrajeron como mano de obra a los migrantes andinos (yanaconaje).

La ciudad de Chancay, así como su área circundante sufrió los efectos del tremendo terremoto de 1940 y el subsiguiente maremoto. Pero, a pesar de ello, tanto ella como Huaral siguieron siendo receptoras de migrantes venidos de la sierra, a tal punto de dispararse su crecimiento poblacional, mientras que los chancayanos emigraban a su vez a Lima.
A partir del 9 de septiembre de 1957, los vecinos de 36 comunidades de la parte alta de la cuenca del río Chancay, hicieron gestiones para la creación de una nueva provincia. Este anhelo se convirtió en realidad el 11 de mayo de 1976 con la dación de la Ley Nº 21488 de creación de la Provincia de Huaral, suscrita por el Presidente de la República, el General EP Francisco Morales Bermúdez, por coincidencia, nieto del Presidente que creó el distrito de Huaral en 1890. La capital de la flamante provincia quedó establecida en la ciudad de Huaral.
De acuerdo a la ley de 1976 la provincia de de Huaral se constituía a base de los siguientes distritos, segregados de las provincias de Chancay y Canta:

· De Chancay: Huaral, Chancay, Aucallama e Ihuarí

· De Canta: Lampián, 27 de Noviembre y Pacaraos, en la margen izquierda del alto valle de Chancay;

 y San Miguel de Atavillos, Atavillos Bajo, Sumbilca y Santa Cruz de Andamarca, en la margen derecha del mismo.

En cuanto a la Provincia de Chancay, sufrió otra segregación de su territorio, esta vez por el lado norte, que dio origen en 1984 a la provincia de Barranca. En 1988 la Provincia de Chancay cambió su nombre por la de Provincia de Huaura.

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